Memorial de la Masacre del río Gualsinga

La Masacre del río Gualsinga fue perpetrada por el Batallón Atlácatl del ejército salvadoreño y la Fuerza Aérea el 28 de agosto de 1984. Aproximadamente 78 personas fueron asesinadas en el bosque y el río durante esta operación de tierra arrasada en el cantón de Jaguatay (municipio de Nueva Trinidad), cerca de la frontera con Honduras. Las víctimas se escondieron de los militares, pero fueron localizadas debido a los gritos y llantos de las niñas y niños. El río estaba muy crecido debido a las fuertes lluvias, lo que provocó que muchas personas se ahogaran mientras huían del ataque.

En sintonía con la forma en que sucedió la masacre en aquel momento, la conmemoración se realiza en movimiento: desde el gran espacio circular al lado de un terreno donde solía estar una iglesia, la gente marcha por el camino subiendo y bajando la colina hacia el río. El concepto de la conmemoración es una especie de "mesa compartida" donde todo el mundo trae algo para comer y beber a la orilla del río, lo que resuena con el rito eucarístico del cuerpo de Cristo. Una idea podría ser diseñar algún tipo de mobiliario móvil para el Vía Crucis (ver abajo) y para la comida y bebida compartidas.
Después de que el equipo de Memoria Sobreviviente y la Asociación Sumpul trabajaron con las personas sobrevivientes para desarrollar un concepto de diseño inicial para un monumento permanente, el terreno privado inicialmente destinado para la instalación se vendió y el proyecto quedó temporalmente suspendido.

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